viernes, 8 de marzo de 2019

Schopenhauer y oriente


El mundo es mi representación: esta es la verdad que vale para todo ser viviente y cognoscente, aunque solo el hombre puede llevarla a la conciencia reflexiva abstracta: y cuando lo hace realmente, surge en él la reflexión filosófica. Entonces le resulta claro y cierto que no conoce ningún sol ni ninguna tierra, sino solamente un ojo que ve el sol, una mano que siente la tierra; que el mundo que le rodea no existe más que como representación, es decir, solo en relación con otro ser, el representante, que es él mismo...” (El mundo como voluntad y representación, 1818).

Schopenhauer fue el primer filósofo occidental en la que su filosofía brota genuinamente de escritos lejanos procedentes de la India, Su filosofía está en perfecta consonancia con textos de los Upanishads. En un primer lugar para Schopenhauer el mundo es básicamente representación, la realidad que percibimos es una representación del sujeto que la conoce, del ojo que la observa. Por otro lado nos dice que el principio cósmico y fuerza generadora de todo lo que existe es lo que él llama “voluntad”. La voluntad en este terreno no guarda cercanía con el concepto de voluntad al que estamos habituados. La voluntad es el inefable principio con el que el universo se despliega, una fuerza primordial que subyace todo lo que acontece en el cosmos, y en última instancia todo lo que existe. La posición de salida del ser humano es el dolor, no es una filosofía pesimista, al igual que el budismo o el yoga de los Yogasutras tampoco lo son, describe sin cortapisas la situación de fondo a la que todo ser viviente en algún momento se ve sometido. Si juntamos que el sujeto es el que representa, que en el mundo existe un principio de dolor y sufrimiento del que es posible emanciparse, y que la sustancia o principio cósmico que sostiene la realidad total del universo es una y la misma en todas las circunstancias, obtenemos una filosofía genuina desde el punto de vista occidental que guarda ineludibles referencias a las filosofías de corte oriental que buscan la liberación del sufrimiento aquí y ahora. Schopenhauer tenía muchos recursos y esto le permitió viajar a la India donde pudo empaparse de toda la filosofía que desprendían los grandes sistemas indios, él la exportó y la presentó en un lenguaje propio de la filosofía europea.

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